La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó el 19 de marzo de 1911 en Europa y su conmemoración se ha venido extendiendo, desde
entonces, a otros países y continentes.
Larga es la
historia y larga es la lista de grandes mujeres conocidas y desconocidas que
han ido construyendo el legado que nos han dejado. Desde estas líneas sólo me
sale dar un infinito millón de gracias, por su lucha, por su sacrificio, por
dejarse la piel y, en ocasiones, su vida.
Desde hace
más de 100 años, en el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, es momento
de dar visibilidad a las discriminaciones que sufren las mujeres en el ámbito
laboral y social. Y aun cuando se han realizado algunos progresos, las
sociedades del mundo entero siguen fallando a la mujer...
Las mujeres cobran
un 24% menos que los hombres,
las mujeres asumen el 75% del trabajo doméstico,
las mujeres asumen el 65% del cuidado de los hijos,
las mujeres asumen el 75% del trabajo doméstico,
las mujeres asumen el 65% del cuidado de los hijos,
las mujeres
tienen menos tiempo de ocio,
hay mujeres que siguen
sufriendo acoso en el trabajo,
en la
mayoría de los puestos directivos la presencia
femenina se reduce al 4%.
Las
consecuencias de esta discriminación pasan porque las mujeres sufran una
contratación precaria, la desigualdad en las prestaciones por desempleo,
desigualdad para acceder a puestos de responsabilidad dentro de las empresas y
una mayor tasa de paro femenino.
Aparte, se estima
que el 35% de las mujeres del mundo han sufrido en algún momento violencia física y/o sexual (según la OMS), otros estudios hablan de un 70%. Las mujeres
asesinadas a manos de parejas o exparejas son solo la punta del iceberg.
Pero bajo la superficie hay muchas más: millones de mujeres y niñas en el
mundo padecen palizas, vejaciones, abusos, violaciones, matrimonios
forzados y otras muchas formas de agresión.
Además, las
desigualdades de género también afectan a la salud debido a las diferencias
biológicas y sociales. La salud de la mujer y la niña es especialmente
preocupante porque en muchas sociedades se encuentran en una situación de
desventaja por la discriminación condicionada por factores socioculturales.
Algunos de los factores socioculturales que impiden que las mujeres y niñas se
beneficien de servicios de salud de calidad y alcancen el máximo nivel posible
de salud son:
- las desigualdades en las
relaciones de poder entre hombres y mujeres;
- las normas sociales que reducen
las posibilidades de recibir educación y encontrar oportunidades de
empleo;
- la atención exclusiva a las
funciones reproductoras de la mujer, y
- el padecimiento potencial o
real de violencia física, sexual y emocional.
La pobreza
es un importante obstáculo a la obtención de buenos resultados sanitarios en
ambos sexos, pero tiende a constituir una carga más pesada para las mujeres y
niñas.
El informe publicado por la OMS “Las mujeres y la salud: los datos de hoy,la agenda de mañana” proporciona los datos más recientes y completos
disponibles hasta la fecha sobre las necesidades específicas de las mujeres y
los problemas de salud que enfrentan desde el nacimiento hasta la edad avanzada.
Y así, finaliza una jornada de reivindicación por una igualdad real entre
hombres y mujeres, esperemos que mañana, pasado mañana y siempre continuemos luchando por ella, porque
haya más cambios para conseguirla. Todavía queda mucho camino por recorrer...
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